Es casi de noche y me fumo otro cigarro. Y me siento solo como una gota fuera de la ventana. Y busco en el refri un recuerdo bueno qué comer; y en el piano, un respiro qué olvidar.
Pero no se va y tampoco se queda, se pierde en los hilos de un trolebús que desaparece.
Pero tenemos toda la vida por delante, sí, por delante de un bar. Mientras la noche nos come la piel, detengámosla. Apaguen los colores, los tormentos, los colores, los paraguas y los malos humores, que nosotros, que nosotros estamos bien incluso solos.
Es casi de noche. Tu boca sabe al centro de Roma. Y me siento encendido, como la cosas que no me han apagado Y busco en el río una foto buena qué tomar; y dentro de la bolsa, una mano qué olvidar.
Pero no se va y tampoco se queda, Me aprieta más fuerte que hace cuatro años.
Pero tenemos toda la vida por delante, sí, por delante de un bar. Mientras la noche nos come la piel, deténganla. Apaguen los colores, los tormentos, los colores, los paraguas y los malos humores, que nosotros, que nosotros estamos bien incluso solos
estamos bien incluso solos estamos bien incluso solos estamos bien incluso solos estamos bien incluso solos que nosotros, que nosotros estamos bien incluso solos.