¡Esta noche, esta noche será, piénsenlo
un poco, el espectáculo fantástico
del gran Circobirò!
Por eso vengan, señores,
bajo el cielo de la carpa,
esta noche,
esta noche,
para experimentar una emoción.
Y estoy seguro,
yo estoy seguro de que
sus ojos se sorprenderán
de frente a lo que verán.
Estoy seguro de que
casi casi no lo creerán.
Prometo que no se arrepentirán,
y podrán ver al equilibrista
que se divierte haciendo malabares,
y sobre la cuerda esta noche,
esta noche desafiará
todo el vacío que hay abajo
y a la fuerza de gravedad.
Y estoy seguro,
yo estoy seguro de que
sus ojos se abrirán
de frente a lo que verán
les apuesto que,
que casi casi no lo creerán.
Está el cuentacuentos-juglar
que les quiere contar
de ese punto lejanísimo
donde el cielo se casa
con la tierra y el mar,
donde el vórtice del tiempo
dona vida a esas luminosas
hijas de la noche que
llamamos estrellas.
Y estoy viendo, les aseguro veo, que
sus orejas no están creyendo.
En lo que yo estoy diciendo,
parece realmente que sus orejas
no están creyendo.
Y no piensen que se acabó,
porque todavía en nuestro apelo
falta el músico loco que delira
en letras mayúsculas.
Pero les juro,
se los juro, yo he conocido pocos
como él que con una flauta
saben dictar leyes a las ratas.
Y quién sabe, me pregunto ahora,
quien sabe cuáles pensamientos
ustedes están pensando,
pero de una cosa estoy feliz,
porque veo que curiosidad
les está naciendo dentro.
Por eso vengan, señores,
esta noche,
esta noche,
para sentir la emoción de
la fantasía más verdadera,
que no encontrarán nunca
en otro lugar, yo lo sé,
porque el tren para los sueños
parte solamente aquí,
solamente en el Circobirò.
Para terminar está la hsitoria
de ese adulto un poco niño,
que se siente en la vida como
un viajero clandestino,
y que en cada nuevo puerto
a donde lleva su propio corazón,
sueña siempre otro hacia el cual partir.
Ahora, si con todo esto yo les he
dado convicción, pronto, vengan,
señores bajo el cielo de la carpa.
El espectáculo dentro de poco dará inicio,
por eso, adelante, sin empujar que
mucho lugar hay para todos.
Y creo que, yo creo realmente que,
sus ojos se maravillarán
de frente a todo lo que dentro de poco
podrán finalmente ver
en el gran Circobirò.