Nací donde la lluvia
lleva todavía el perfume del ébano;
una tierra allá donde el cemento
todavía no estrangula al sol.
Todos decían que era bonita,
como la gran noche africana,
y en mis ojos brillaba la luna.
Me decían la Perla Negra.
A los 16 años me vendieron.
Un beso a mi mamá y
no volteé atrás.
En la ciudad, con sus mil luces,
por un momento me perdí.
Así, allá abajo aprendí bien rápido
que mis sueños eran solo ilusiones.
Y si quería buscar fortuna
debía dejar cada cosa.
Ébano
Jack O's Bar
Parade Hotel
For me une
Ébano
Gasté todo lo que tenía en
el viaje y en mis documentos.
En Palermo en el 94 éramos
más de cien abajo en el puerto.
Recogía naranjas y limones
en un gran campo en la loma.
Trabajaba hasta la noche, presentada
por dos monedas y un cuarto escondido.
Ébano
Es una larga, larga noche.
Es un largo, largo tiempo.
Es un largo, largo camino.
Ébano
Luego un día me escapé hacia
Bolonia con poca esperanza.
Me quedé con una amiga en
busca de nueva fortuna.
Ahora llevo botas con tacones
y el abrigo de leopardo.
Y todos saben que la Perla Negra
es feliz con poco.
Ébano
Jack O's Bar
Parade Hotel
For me une
Ébano
Ébano
Es una larga, larga noche.
Es un largo, largo tiempo.
Es un largo, largo camino.
Ébano
Por eso si pasan por Bolonia,
recuerden cuál es mi historia.
A lo largo de las calles
hacia la noche
a mis sueños
no les pido nada más.
Ébano
Es una larga, larga noche.
Es un largo, largo tiempo.
Es un largo, largo camino.
Ébano