Señora de los callejones oscuros,
del viejo abrigo chupado,
sécate los ojos y sonríe,
hay otra navidad más a las puertas.
¿No sientes los gritos y
las voces y algo extraño en el aire?
Hasta las paredes grises de los callejones
resplandecen bajo la luna.
¿Te acuerdas?
Nos conocimos en un día de nieve y de frío,
y en la noche nos servimos
un tarro de obscura y una pieza de vals
con tantas despedidas
a otra navidad más.
Señora de los callejones oscuros,
abrázame fuerte esta noche.
Hasta los gatos festejan a veces
y cantan bajo las estrellas.
Olvida el frío y las lágrimas
y los zapatos llenos de lodo;
es el destino de un viejo borracho
arrullado por el canto del viento.
¿Te acuerdas?
Nos conocimos en un día de nieve y de frío.
Y esta noche nos serviremos
un tarro de obscura y una pieza de vals
con tantas despedidas
a otra navidad más.
Señora de los callejones oscuros,
no dejes la lucha.
Vendrán momentos mejores
y el tiempo es una rueda que gira.
Veremos las orillas del mar
en un día soleado de verano;
vaciaremos 50 botellas
al amparo de un cielo lejano.
¿Te acuerdas?
Nos conocimos en un día de nieve y de frío,
y esta noche nos iremos a
bailar por la calle y a brindar.
Un adiós y un cordial ¡a la chingada
con otra navidad más!