Era un día como otros en la feria del pueblo,
cuando llegaron los esbirros del ejército piamontés:
"¡Jovencitos, qué esperan, aquí para ustedes el futuro es mísero.
Acepten la propuesta que les hace su soberano!"
Buena paga y panza llena, enlístense ahora
y demuestren a esas ratas el valor de los occitanos.
Tomamos Italia de los Habsburgo y de los Borbones.
¡Debemos arreglárnoslas los italianos a disparos de cañón!
Adiós, mis montes, adiós.
El ejército se va,
y si no parto yo también,
sería una vileza.
Los buenos jóvenes
van al ejército,
y los buenos para nada
se quedan en casa.
"Buen joven, acércate, ¿no estás cansado de ser pastor?
¡Tal vez la carrera militar podría ser tu oficio!"
Un tache sobre una hoja hasta un pastor sabe hacerlo.
No llores, querida mamá, ¡yo voy de bersagliere!
Ni siquiera el tiempo de aprender a echarse el fusil al hombro,
que me mandaron en un barco de vapor directo hacia el sur.
¡Hijos de la nueva Italia!
¡Orgullosos de estar aquí!
Los buenos jóvenes
van al ejército,
y los buenos para nada
se quedan en casa.
Adiós, mis montes, adiós.
El ejército se va,
y si no parto yo también,
sería una vileza.
El pastor se va a la guerra
y lleno de honor regresará.
Los buenos jóvenes
van al ejército,
y los buenos para nada
se quedan en casa.
Pero llegado al sur, al mando de Caldini,
me pusieron a matar hasta a las mujeres y los niños.
Los llaman bandidos, ladrones y malhechores.
A mí me parecen gente valiente,
¡no es cierto que traidores!
Nací en medio de los cerros, nací pobre y pastor,
estaba listo para hacer la guerra, no esta masacre.
Seré también un ignorante
que firma con un tache,
pero esta Italia suya
a mí realmente no me gusta.
¡Espérenme, mis montañas, el pastor vuelve a casa!
Siento tanto mal en el corazón, no puedo seguir siendo soldado.
No hay nada de bueno en matar a la gente valiente.
¡Es mejor ser pastor y morir pobre y contento!
Adiós, mis montes, adiós.
El ejército se va,
y si partiera yo también,
sería una vileza.
No hay nada de bueno en
matar a la gente valiente.
¡Es mejor ser pastor
y morir pobre y contento!
Adiós, mis montes, adiós.
El ejército se va,
y si partiera yo también,
sería una vileza.
No hay nada de bueno en
matar a la gente valiente.
¡Es mejor ser pastor
y morir pobre y contento!
¡Es mejor ser pastor
y morir pobre y contento!
¡Es mejor ser pastor
y morir pobre y contento!
¡No!
¡Es mejor ser pastor
y morir pobre y contento!